Gafas para niños: ¿qué tener en cuenta?

La miopía es considerada una de las epidemias del siglo XXI. Se considera que, para 2020, un tercio de la población será miope. Esta tendencia al aumento de casos de miopía también es extensible al ámbito infantil. El uso del móvil a edades tempranas y de forma inadecuada es uno de los principales factores que sustentan este dato. Por ello, cada vez son más los niños que precisan de gafas para corregir sus defectos de visión.

Escoger unas gafas no siempre es una labor sencilla, y en el caso de los más pequeños, además, hay que tener en cuenta una serie de factores para que, ante todo, prime su bienestar y el de sus ojos.

· Que sean cómodas. No nos engañemos: llevar gafas no siempre resulta confortable. Si queremos que un niño acepte llevar gafas sin problema, es conveniente asegurarnos de que sean cómodas, que se adapten bien a su cara, que no pesen en exceso y que no sean rígidas. Además, existen gafas ajustables y otros elementos para impedir que las gafas se caigan.
· Que sean resistentes. El ritmo de vida de un niño es muy diferente al de una persona adulta: juegan, corren, saltan… Llevan una actividad frenética, en la que a menudo se ven expuestos a caídas, e incluso golpes. Por ello, las monturas de sus gafas, así como los cristales, deben estar preparadas para resistir el agitado día a día de un pequeño.
· Tener un par de repuesto. A pesar de que las gafas sean resistentes, hemos de tener presente que la actividad de un niño lo lleva a poder romper o extraviar las gafas, por muy cuidadoso que sea. Por ello, es conveniente tener siempre un segundo par de recambio.
· Contar con su opinión. A veces se nos olvida que son los pequeños, y no nosotros, los que van a llevar puestas las prendas y accesorios que adquirimos para ellos. Es importante respetar su personalidad y criterio a la hora de elegir, ya que así aseguraremos que se sientan a gusto con las gafas, al ser un elemento que ellos han escogido. Así es que deja que sean ellos los que intervengan en la selección de forma y color –pueden hacerlo con la ayuda del optometrista, que seguro los va a orientar adecuadamente-: ¡seguro que el resultado te sorprende!